Por: Mario Luis Pennella Hemos visto que ante las resoluciones tomadas por el Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Mauricio Macri, inmediatamente el gobierno nacional, a través de los hombres adictos del gremialismo, se lanzaron a demoler de una u otra forma, las decisiones tomadas por este, pero su postura de frente y dispuesto a no ceder su voluntad por la fuerza, desaceleró en parte la furia inicial. Queda expuesto ante la actitud que tomaran quienes hasta ahora dirigían la Obra Social, que fuera intervenida correctamente y que su presta intervención para sacar las comprometodoras pruebas, ante la inminente llegada del interventor, ponen de manifiesto el grado de corruptela que la circunda, no es menos llamativa tampoco la intevención solidaria del jefe de la CGT Hugo Moyano, puesto que son las formas que tienen desde siempre en actuar, cuando se vislumbra sus presuntas anomalías, y en que la legislatura accederá como corresponde con la mayoría de los votos a proceder en consecuencia, haciendo que la facultad del estado de derecho, actúe como corresponde, en situaciones como las que se suscitan en la Municipalidad de la ciudad de Buenos Aires, donde individuos del sindicalismo llevan hasta 30 años en el poder sindical del mismo gremio. Y no es por el mero hecho que sus afiliados voten en libertad, sino que es una elocuente y grosera forma fraudalenta de obtener el continuismo, ya que de esa manera se proceden en elecciones de las cuales no tienen nada que ver en un estado democrático. En casi todos los gremios pasan situaciones casi similares, es así que el común denominador de estos integrantes sindicales, obtienen poder, en pos de alimentar una posición estrictamente en defensa de la política que los aglutina, y en no tolerar a las oposiciones, por lo cual le armarán palos para la rueda, cuanto más profundo sea su desacuerdo con las medidas que tomen en pos de la libertad democrática. La ciudadanía que lo ha votado en mayoría debe prestar atención a estas medidas que toman en la diyuntiva de voltear gobiernos opositores, por ende es menester que se defienda el voto que el ciudadano elige para que lo gobiernen. No se puede alterar la independencia y la libertad de elegir a través de una prepotencia que salpique la libertad de un gobierno electo en democracia. Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 9 de enero de 2008. |
miércoles, 9 de enero de 2008
¿PORQUÉ LA SUCIA POLÍTICA?
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