Por: MLP
Este continuismo sin fin sobre la problemática del campo, en la fecha ha entrado a lo que debía haber sido el principio, es decir que tenga el debate en el Congreso Nacional, considerando que cada uno de los diputados votados por sus conciudadanos de las distintas provincias, no los obvien, sino que por el contrario los represente con el pensamiento absoluto de defensa hacia ellos y a sus respectivas provincias, en beneficio de una redistribución justa como corresponde, y en defensa de la Constitución Nacional que toma como límite de impuestos el máximo del 32%. Las retenciones son impuestos, y no chicanerías de política en descreer los mismos como tales y como lo afirmara el Sr. ministro de Gasbinete, Alberto Fernández, lo cual es una falacia.
Pero esta crisis que cada día se viene poniendo mucho más pesada, como perdidosa para la República Argentina, sigue siendo hostigada por el poder del gobierno el cual no reniega de sus soberbias y mentiras constantes, a través de cada uno de los emisarios disertantes que aparecen en los medios de difusión, intentando llevar a la población una verdad que no existe y totalmente falaz, tratando de por el contrario tomar al pueblo como los responsables de las mentiras, por cuanto estos individuos salvo que nos tomen como tontos, podemos obviar la realidad existente en la nación.
Asimismo sabemos positivamente como pueblo donde arranca esta crisis, la cual tiene nombre y apellido, y a pesar de la repulsa por la mayoría del pueblo, se siguen insistiendo en rproches hacia quienes defienden en su justa medida su trabajo, mientras que componentes clientes y noquería se alistan en manifestaciones que alteran no solo el orden público sino que siguen haciendo perder los dineros del país, con el único objeto de pulsear poder contra la gente del campo, la cual ya tiene asegurado el mismo no solo en presencia, sino también en acompañamiento de las medidas que solicita, para seguir trababjando en favor de aumentar las arcas de la economía en benficio de una resitribución con justicia social y no por el contrario adherente a una caja que reparte a voluntad en la coptación que ejerce de los individuos que han sido votados por su pueblo para ser defendidos, y por el contrario son dejados al libre albedrío de lo que propone este gobierno, comandado por el matrimonio Kirchner.
El pueblo le está pidiendo precisamente GOBIERNO REPUBLICANO FEDERAL, y basta con esta AUTARQUÍA, que ya se desvanece como un propósito político, y espera el criterio y la templanza de un gesto enriquecido en la proyección de una Argentina hacia el futuro, con redistribución justa y una vuelta a lo que debe ser la democracia, encauzada hace ya cuasi 25 años.
Argentina necesita que sus políticos observen la realidad del pueblo, y no sostener la falacia de lo que no es, esto significa poder por poder.
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 17 de junio de 2008.