Por: Mario Luis Pennella Que la política Argentina está transitando por un período de incertidumbre económica, no es un título, sino una creciente realidad. Seguimos en este nuevo gobierno, con la novedad del cambio de figura que nos representa, la Presidenta Cristina Fernández, pero indudablemente es el único cambio, ya que la política implícita en el poder es exacatamente la misma que la del anterior mandato del ex presidente Néstor Kirchner. En principio se siguen dibujando los datos del INDEC, con porcentajes ajenos a la realidad, quienes vivimos en esta Argentina de hoy, sabemos de los aumentos cotidianos en todo lo concerniente a la vida de los ciudadanos, además de una creciente desigualdad, que se están evidenciando en los salarios que se advienen a porcentajes de aumentos, muy por debajo de lo que representa simplemente la canasta básica de alimentos, lo que indudablemente acarreará aún mas cantidad de desiguales. Esta política empobrecedora, tampoco es novedosa, ya que el poder que se trata de adquirir por parte del gobierno y su representación partidaria, impulsada por el anterior mandatario, a los fines de erigirse presidente del partido Justicialista, y que tiene un efecto dominó sobre quienes trata de aglutinar a través de la coapción partidaria, es una elocuente muestra, que ese poder servirá para dominar el espectro cuasi total, en donde se cocinarán los lineamientos de política económica interna que les sea conveniente, a los fines de convertir en más desiguales en mas poder político. Si a lo anterior le sumamos la deuda de Argentina, lo diferendos con el Club de París, en cuanto al FMI (Fondo Monetario Internacional) que sigue siendo también un interlocutor válido para las negociaciones, que Argentina no negocia con él a pesar de su importancia, en eso estamos de acuerdo, creo todos los argentinos, pero para mal y por la dilatación de los pagos en el mundo, no se tiene tampoco poder financiero intenacional, a los efectos de contraer deudas que alienten el futuro argentino, y a su vez inversores,que traigan divisas al país, mediante proyectos de inversión, trabajo, producción e industrialización, etc. que fortifiquen el patrimonio macroeconómico y su despegue real. Argentina se encuentre e una tumultuosa variante, que decrecerá en efectos positivos y que redundará, en el pueblo con mas pobreza, de tomar el toro por las astas, y hacer un cambio de timón con vocación moral más que política en principio, para luego de poner el orden, comenzar con toda la dedicación necesaria, y rectificando, un positivo estado de trabajo con bienestar para el trabajador, no es posible sostener pobres con trabajo, si ayer en las políticas de los 90, con el presidente Menem, la desocupación crecía en pobres, hoy no es posible que con trabajo, los pobres crezcan áun más, duplicando el espectro desigual y viendo el aumento de villas miserias, solamente en la Capital Federal en un 300% más en su crecimiento. Pero todo es dable en la Argentina de hoy, ya que con respecto a los pasivos, ancianos y desiguales del mundo, estos siguen pagando los platos rotos de la política absurda que los aglutina a ellos como quienes deben sostener los déficit de la macroeconomía mal administrada, en despilfarros de los dineros de la nación en subsidiar a quienes no se debe, y corromper los sistemas en detrimento de la sociedad toda, con las coimas a empresas que a la postre algunas ni existen, dineros que no se saben a los bolsillos de quien va, pero se supone bien, aunque los nombres se cortan siempre en los mal delgados hilos. Para aclarar lo de los desiguales del mundo, los jubilados argentinos, verguenza mundial, estos que se jubilaran en el año 2000 por ejemplo el peso valía un dólar, pues su salario fue aumentado a peso devaluado, con el cambio monetario de hoy, es así que aquel que se jubilara con $500. (u$s500) hoy con el aumento del 7,5% desde marzo a julio donde se le aumentará el otro 7,5% para redondear en el año el 15% cobra $790 o sea u$s248,42.- sin contar además la sanción de la Corte Suprema de Justicia de sentenciar firmemente el aumento retroactivo del 82% móvil, más el reajuste de las liquidaciones mal hechas cuando estos se jubilaron, ya que otra anticonstitucionalidad se produjera liquidando el 70% en el acumulado para su jubilación en vez del 82% como dice la ley. Ante estas proyecciones con aumentos como los que muestra, y en donde casi todos los gremios habían pedido el 30% de aumento, el Jefe de la CGT Moyano, le dió el aumento a su gremio (los choferes de camiones) el 19% como para que tomen el punto de partida, los demás gremios, y en dos tandas, para no ser menos que los desiguales del mundo, jubilados argentinos. Ya en esta primera gestión de la Presidenta, Cristina Fernández, ha encontrado su primera vocación de hacerse odiar, y para no ser menos ha encontrado a los jubilados, los eternos desiguales de Argentina. Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 21 de febrero de 2008. |
jueves, 21 de febrero de 2008
INFLACCIÓN Y MISERIA A LA VISTA
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